viernes, 20 de marzo de 2009

Paseo Cuernavaca -Tepoztlán.

Dentro de la cultura ciclística morelense, hay un evento que sin duda, todo "cicloaficionado" conoce: el paseo familiar Cuernavaca-Tepoztlán del 20 de noviembre.

Dicen, los que saben, que el paseo comenzó como una remembranza de la carrera: "El Calvario" Tepoztlán.

Hay que mencionar que de esto, ya han pasado más de 40 años.

Para los extranjeros, neofitos o no iniciados, debemos aclarar que "El Calvario" es un sitio turístico famosón dentro de Cuernavaca. Se podría decir que es una iglesia que antiguamente se encontraba en las afueras de la ciudad (hoy casi en pleno centrol).

Das Kompadre ignora a ciencia cierta por qué se llama así. probablemente sea en alusión a las representaciones de "La Pasión de Cristo" que se realizan en Semana Santa, aunque Das Kompater nunca ha visto una en esa iglesia. Sin embargo, esto sería muy probable, si consideramos que "El Calvario" se encuentra en la cima de una colina y los penitentes, podrían subir con las cruces a cuestas.

También es necesario mencionar que "El Calvario" se encuentra en la Avenida Morelos, como aquellos monumentos, puestos a borde de carretera, en los pequeños pueblos ubicados como cuentas en el interminable rosario del camino.

Cuernavaca poco a poco fue creciendo, pero la Avenida Morelos, sigue siendo una importante vialidad que transcurre a lo largo de la ciudad y une la carrwetera "Libre México Cuernavaca" con la carretera libre a Acapulco.

El paseo ciclista, es una delicia, sin duda, cada vez que uno pedalea hacia tepoztlán, existe la garantía de disfrutar el trayecto, sin embargo, al tratarse de un paseo, uno se despreocupa de los autos, de la mala vibra de los conductores y hasta de los golpes de viento provocado por los autobuses "Ometochtli" .

Para la ocasión Das Kompater se hizo acompañar por Zottacko, quien sin mucho rogarle, aceptó la propuesta.

Al encuentro llegaron también famosos personajes como InterSerge y su esposa Laurubike. También se encontraron a un viejo amigo, cuyo nombre no pudieron recordar, pues en su mente sólo estaba su apodo, que por cierto le desagradaba en demasía.

Das Kompater varias veces estuvo cerca de ser golpeado por usar dicho apodo en la secundaria. Más recientemente, durante una comida-reencuentro de aquellos años, cometió la tontería de presentar a su acompañante con su amigo y en vez de decir su nombre dijo: "Apodo impronunciable" te presento a... la mirada de hombre aquél se tornó oscula y sus ojos inyectados denotaron enojo, sin embargo, sonrió y dijo su nombre.

Por obvias razones, ni Zottacko ni Das Kompater se animaron a preguntarle el nombre. Y cada vez que se encontraban, sonreían y ascentía cada quien con la cabeza.


Antes de partir, se tomaron la foto "Oficial", misma que debió una mención larga, pues el fotógrafo y organizador explicó que hace 10 años se tomó la misma fotografía y recalcó la importancia de acudir a estos paseos, que fomentan la cultura de respwto hacia el ciclista.

Sin embargo, dado el egocentrismo de Das Kompater, lo más relevante no fue eso, sino encontrarse en la antigua fotografía de hace 10 años.

El paseo recorrió algunas de las calles más importantes de Cuernavaca, como Av. Morelos. También pasaron por lo que fuera el pueblo de Tlaltenango, la Glorieta de Zapata, la Glorieta de la Paloma, Ocotepec, Ahuatepec, la desviación a San Andrés de la Cal y finalmente: Tepoztlán.

Hace 10 años, cuando Das Kompater se hizo acompañar por Rafusun, el ayuntamiento de Tepoztlán celebró la llegada de los ciclistas con una comilona digna de un "bodorrio" (Boda).

Por extraño que parezca, Das Kompater aún recuerda el menú: Arroz rojo, Pollo con Mole, Cervezas y naranjas dulces para los deshidratados.

Sin embargo, en esta ocasión, los ciclistas se conformaron con ser recibidos por otros turistas que desconcertados examinaron de pies a casco sus atuendos y vehículos.

Aquello parecía convención de perros: unos a otros examinándose. No hubo necesidad de olisquear sus partes íntimas, con sólo ver la bicicleta que portaban cada uno supo quién era quién y a qué clan pertenecían (los de ruta; los de montaña, con todo y sus subdivisiones; los de BMX y los ocasionales).

No faltaron las bromas, los chistes, los "aventados" que desde la cola rebasaron el pelotón como si persiguieran "los puntos de la montaña" o los rezagados, que dejaron tras de sí su orgullo y condición para finalmente ser rebazados por niños y viejitos.

Lo importante fue el paseo, fue hacerse notar, demostrar una vez más que los ciclistas son parte de Morelos y que Morelos les pertenece y construye, que lo mismo aman brincar una banqueta, un "single track" en la montaña o surcar el descenso de Cañón de Lobos a 80 km/h.

Das Kompater, como siempre sintió un escalofrío recorrer sus mejillas, cuando escuchó en medio de la carretera, sin vehículos motorizados a la redonda, el suave rumor de los ciclistas tocar el pavimento. Quizás sea esa la razón por la que cada año, si es posible, se les une en este tradicional recorrido.


jueves, 19 de marzo de 2009

jueves, 12 de marzo de 2009

La Ruta de los Conventos vs Das Kompater & Zottacko

Hace algún tiempo, más de 3 meses, a Das Kompater se le metió la loca idea de recorrer la llamada "ruta de los conventos" en bicicleta.

La "ruta" no es más que un recorrido por los poblados dentro del Estado de Morelos cuyos atractivos principales son las edificaciones conventuales que las diferentes órdenes religiosas construyeron a su paso por la región.

La relevancia de estos sitios recae en su antigüedad, belleza arquitectónica o preponderancia histórica.

Luego de pensarle un rato (3 semanas) Das Kompater decidió convencer al Kompater Zottacko, para que lo acompañara en el recorrido, o al menos lo llevara hasta Tetela del Volcán, punto más alejado de su ruta, el de mayor altitud y por ende, el de mayor dificultad.

El plan era perfecto, con la salvedad de que Zottacko tenía que atender un compromiso familiar-social, que le impedía acompañar a Das Kompater, mas no para llevarlo hasta Tetela del Volcán.

El mero día del recorrido, se levantaron temprano y ataviados, cada cual para la ocasión, montaron la bicicleta de Das Kompater en el auto y partieron hacia las frías tierras de Tetela del Volcán.

Para llegar ahí, Das Kompater que decía tener mayor experiencia en esos rumbos, instruyó a Zottacko dirigirse rumbo a Cuautla.

Una vez que se encontraron en la HHH ciudad de Cuautla, supusieron que debían tomar la desviación a Puebla, dado que el Volcán Popocatepetl es la frontera de los 3 Estados, Morelos, Puebla y Estado de México.

Sin embargo, no previeron… (y Das Kompater no recordó) que sobre la avenida principal hay dos desviaciones, la primera, misma que tomaron, rumbo a Puebla. Y la segunda rumbo a Yecapixtla, Ocuituco y… ¡TETELA DEL VOLCÁN!

El pequeño error, los desvió más de 40 kilómetros de su destino, sin embargo, no les apartó de los hermosos paisajes, llenos de vida, color, cerros pardos, verdes y azules. Hermosos paisajes de la provincia morelense, dignas estampas que bien pudieron aparecer al reverso de una cajita de cerillos "Clásicos" de Jorge Cázares.

Tras retomar el rumbo y arribar a su destino (casi 1 hora después) desayunaron tacos de pollo y bebidas energéticas, Zottacko canceló su reunión familiar para dedicar su día al encuentro con los pueblos morelenses y sus conventos.

Luego de apreciar la extraña belleza del Convento de Tetela del Volcán, Das Kompater se puso su discreta chamarra verde fluorescente, se persignó como sólo los ateos lo hacen (con desesperada fe ciega y en nombre de un desconocido) y se subió a "La Maja" (Orbea Enol Asphalt, 2007).

Como pocas veces sintió la adrenalina en su cuerpo, el aire helado en su rostro, en sus brazos y piernas. Sintió como pocas veces la fragilidad de su cuerpo ante las circunstancias: la inclinación de la pendiente, las curvas cerradas y el pavimento accidentado de ese primer tramo.

Con el pasar de los kilómetros, le hicieron sentirse cual deportista extremo.

El trayecto entre Tetela del Volcán y Ocuituco no es muy largo, apenas unos 7 kilómetro.

Al llegar a Ocuituco sintió el fluir de la sangre en sus venas.

Con el aliento recuperado, Das Kompater y Zottacko, aparcaron cada quien sus vehículos.

El convento los recibió con un atrio amplio, un camino de piedras y un frío interesante.

Dentro, en el patio, una fuente de "Leones", similar a la que se encuentra en La Alhambra de Granada.
El convento de Ocuituco es el primero que los agustinos fundaron en América en 1533 y frente a él aún se observa la fuente de las Sirenas que, aunque deterioradas siguen enhiestas.

Con algunas fotografías recién tomadas, los "dos amigous" optaron por treparse a sus vehículos y seguir las indicaciones de protección civil, en caso de que el Volcán haga erupción.

Los señalamientos los llevaron a Yecapixtla, poblado famoso por su deliciosa cecina (Carne de res, salada, rebanada en largas sábanas) por su suavidad y grosor, apenas unos minutos en el comal son necesarios para echarse un bocado y así lo hicieron, simulando ser dos turistas indecisos de comprar las viandas.
Cada cual se echó un taco y aceptó comprar 1 kilo de la famosa carne.

Además de probar las nieves de maracuyá y xoconostle, admiraron el extraño hecho de ver un Rosetón gótico, en un convento hasta cierto punto austero, sin ningún otro detalle de ese estilo arquitectónico.

Con las piernas algo entumidas, Das Kompater subió a "La Maja" mientras Zottacko se trepó a su auto, para juntos emprender el viaje de regreso a Cuaunahuac, la ciudad de la eterna primavera.

Con el sol cayéndole a plomo, el viento helado, signo de la cercanía con los volcanes, Das Kompater y Zottacko transitaron la casi interminable recta hacia Cuautla, siendo el siguiente punto de referencia Cocoyoc, sin embargo, el cansancio, el sol y sin duda la pésima condición física de Das Kompater le hizo abortar la misión, tragarse su orgullo y subirse al auto, para volver a Cuernavaca.

A los pocos días, para ser exacto, el 1 de enero de 2009, Das Kompater Volvió a Yecapixtla, a bordo de “La Maja”. Esta vez, el trayecto de iga y vuelta fue de 102 kilómetros, lo que incluyó el ascenso y descenso del famoso “Cañón de Lobos”, lo cuál lo dejó tan cansado, que desde esa fecha no ha vuelto a tocar a “La Maja”.