martes, 9 de septiembre de 2008

Ups & Downs


Hace algunos días (un mes para ser preciso) Das Kompater festejó su cumpleaños.

Cual celebridad que no es… recibió felicitaciones, llamadas, correos, abrazos, bechos, apapachos, reclamos, mentadas de madre, aplausos y dedicatorias extraordinarias.

No importa si fue con una noche de Jazz en el Zinco Jazz Club, una invitación a cenar en Casa Lamm o comer manjares turcos en el Casbah... dos cosas son seguras: durante los festejos hubo buena comida, buena música y mejor compañía.

Desayuno en "El Cardenal", comida en "El Tajín" tarde-noche de billar en el "Malafama" Jazz en el Zinco Jazz Club... ¿qué más se puede pedir?

Por desgracia, esta vez la calma precedió la tormenta. La siguiente semanas después de su onomástico, Das Kompater extravió su Tréo… y el pato le tiró a las escopetas… porque siendo como es… un miembro activo del equipo de Seguridá (con ese tonito) el extraviar un valioso aparatejo como su Treo sin duda fue como machetazo a caballo de espadas…

Para acabarla de amolar.. Das Kompater se vio contagiado por uno de los más comunes y mutantes de los virases: La influeza… mejor conocido como la gripe… y si bien no fue gripe aviar… si fue gripe extranjera contagiada por un gringo loco que vino desde tierras lejanas para hacer trabajar a Das Kompater cual esclavo (en épocas de la esclavitud, claro está). Luego siguieron las constantes pinchaduras de llantas en su amada Dora y para colmo de males… la continua postergación (¿si existe tal palabra?) de compromisos con la famosa KGB.

De aquellos momentos, hace un mes… Das Kompater se queda con haber sido sinceramente recordado desde lejanas tierras como Cd Satélite, la Nva Santa María, San Cristóbal de las Casas, Memphis, Francia o la Agrícola Oriental. Haber recorrido un museo en compañía de Der Papa V.

A pesar de la tormenta, quién se puede quejar de sus circunstancias si tiene la dicha de tener seres tan hermosos a su alrededor. Quizás no estén todos. Pero aún quien quisiera olvidarle, recuerdan a Das Kompater explotar en una carcajada sincera, en una broma sin chiste o una nieve de “higo con tequila” y “coco con ginebra” en la fecha de su cumpleaños.

Cada año tiene sus Ups & Downs y como el chocolate amargo, la vida requiere de un sabor sobrio que haga resaltar los chispazos de dulzura que dan las alegrías.

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