viernes, 5 de febrero de 2010

La objetividad de un periodista

pHace unos días,, escuché en la radio, el seguimiento a una noticia, sobre las vacunas contra la influenza AH1N1 y la Asociación Nacional de Escuelas Particulares (ANEP).

En resumen, la nota es que la ANEP sugiere a las más de mil instituciones educativas, no permitir a las brigadas de vacunación, realizar la inoculación dentro de sus instalaciones.

Si bien suena irracional la medida, hay un trasfondo, algunos padres de familia han demandado a las escuelas asociadas por permitir la inoculación sin su consentimiento expreso.

Carlos Puig, periodista de renombre, al cual escucho diariamente, en el noticiario "Hoy por hoy", pretendió dar las dos versiones de la información al entrevistar al presidente de la Anep Severo Arellano y a un funcionario de la SSA.


Lo relevante se presentó cuando Puig, descalificó tooodas y cada una de los argumentos de Arellano.

Si bien es cierto que Arellano fue pobre en su defensa y se metió en "camisa de once varas", cuando mencionó que las vacunas, al contener mercurio son un potencial riesgo para que los niños contraigan "Autismo".

Más allá de los supuestos riesgos de la vacuna contra la influenza AH1N1, es un hecho que los padres tienen el derecho de saber qué pasa con sus hijos e incluso decidir si desean ser vacunados.

El trasfondo de la discusión no era el autismo, sino el derecho de los padres a conocer sobre el proceder de las autoridades con sus hijos.

Por el otro lado, las escuelas deben proteger ese derecho pues los niños están bajo su resguardo durante el horario de clases.

Así que de no hacerlo, son cómplices y verdugos, si la vacuna contiene o no mercurio o si ésta los hace propensos al autismo es lo de menos. El hecho es que los padres deben saber qué pasa con sus hijos.

De inmediato, Das Kompater, argüendero como es, intentó comunicarse al programa de radio para hacer saber su punto de vista.

Sin embargo, su comentario no fue leído, pero los comentarios previos y posteriores al de Das Kompater pasaron íntegros al aire. Acaso habrá sido porque el suyo no era acorde a la opinión de Puig.

En fin, Das Kompater puede agradecerle a Puig la inspiración para este post.

No hay comentarios.: