Das Kompater rara vez maneja algo, sea una persona, un auto y mucho menos su vida. Lo más que ha hecho es tomar su bicicleta y pedalear por 100kms, luego de los cuales difícilmente manejó su cuerpesito a la cama más cercana. Ahora la cosa fue distinta. Ahora tuvo que ponerse detrás del volante y conducir a toda velocidad. Las nuevas responsabilidades de Das Kompater le obligaron. Sus manos sudaban (que raro) su cuerpo sudaba (más raro aún) su cu... erpo entero sudó, pero después de todo, salió avante.
lunes, 17 de diciembre de 2007
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