En una especie de Dejà vu, Das Kompater se enfrentó a uno de sus más grandes traumas... LA SECUNDARIA! (La época más traumante y complicada para este inadaptado social).
El motivo para tal evento fue simple: hace muchos años que no nos vemos...
En los años cuando Das Kompater era un joven regordete e imberbe su suerte en el amor era… digamos que eso: hacía falta más que sólo un poco de suerte!
Su vida social no fue precisamente lo mejor. De hecho, lo mejor que le pudo haber pasado a Das Kompater fue descubrir que tenía tumores en el estómago lo cual lo llevó a un cuadro de anemia y una muy rara cirugía (por alguna extraña razón estaban presentes 3 enfermeras, 2 pediatras, 2 ginecólogos, 2 anestesiólogos y 1 geriatra).
Luego de una cirugía con la que Das Kompater no pensó vivir ni morir; fue recluido en una cama de hospital durante 1 semana de vacaciones forzosas (cursaba el 2 año de secundaraia en ese momento).
Fue en ese recinto cuando pensó en la soledad, en Forest Gump (le regalaron ese libro para no morir de aburrimiento) y en las canciones de Collective Soul, gracias al cassette que Der Kompater Ponko le hizo llegar.
¿Cuál fue el balance?
-2 Tumores
+1 libro
+2 cassettes
+2 grandes amigos (Der Kompater Ponko & Zottacko)
Estos personajes que se conocen desde que tenían la leche en los labios y ahora formalizarán su amor como roomates se encargaron de hacer una tarjeta de buenos deseos al puro estilo de Hallmark (de hecho llevaba ese logo mal dibujado) y la rolaron por las manos de los 100 alumnos rapaces que conformaron su generación.
De esa manera Das Kompater logró dos cosas: ser conocido por esa desgracia y poder escaparse de clases so pretexto de ir con el médico, sentirse enfermo o acudir a que le hicieran análisis.
El tiempo pasa… pero las manos de Das Kompater son las mismas, siguen sudando cuando se siente nervioso (y aunque no). Sin embargo, aquellos energúmenos que le hicieron sentirse más inadaptado de lo normal ahora le preguntan: ¿A qué te dedicas?
La pregunta no es fácil… ¿cómo se explica que un periodista ahora esté en el ámbito de la seguridad corporativa? Más aún… ¿cómo decirles que seguridad corporativa no es vegelancia ni estar con los “polis”?
Lo más fácil para Das Kompater fue reírse, suspirar y decir: es una larga historia; digamos que “pasaba por ahí”.
Mejor recordemos el famoso encadenamiento de mochila a pofo o el lanzamiento de liquid paper al ventilador únicmamente superado por el lanzamiento de banca al ventilador. Jejeje Das Kompater aún se pregunta cómo fue posible que no se haya convertido en un joven delincuente. (Das Kompater se rasca el cráneo en busca de una respuesta hasta darse cuenta de que aquellos años explican muchas cosas de su vida actual).
1 comentario:
Eres un resentido!
Y no me refiero a tus épocas de instrucción media, sino a proponer que formalizaré mi amor con Zottacko.
Chale con usté Das Kompater...
En fin, considero que si es chido recordar la secundaria, pero en reuniones como la de ese sábado, creo que es más chido tratar de realizar un ejercicio de actualización con aquellas personas que antes hacían lo mismo que nosotros, y ahora ya no.
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