Esa ropa debía bastarle hasta el viernes y apenas era lunes. Tomó sus mochilas y sus ilusiones para ir a la HHH Escuela de Periodismo Carlos Septién García.
Con el tiempo cambió las mochilas por una maleta mediana de "rueditas", los cuadernos dieron paso a la mac; pero el espíritu es el mismo, hacerla en grande.
Dejó de estudiar para dar clases (por extraño que suene... eso fue cierto) dejó las clases para entrarle a la seguridá (así como se lee se oye).
Desde hace 7 años su máxima ilusión, además de 1 mac, 1 cámara profesional, 1 bici de carreras, 1 de montaña y 1 moto fue tener un depa.
Hoy, este último deseo está más cercano. Por azares del destino, Das Kompater y su señor padre acudieron a ver las opciones.
A los corredores de bienes raíces les brillaban los ojos al ver el par de clientes.
Después de las preguntas de rigor en cuanto a los presupuestos, el tipo de inmueble y las necesidades; un dejo de dudas les invadía.
"¿Serán?"
Sin más, hubo quien no resistió y dubitativa, preguntó: "¿Ustedes son... parientes?"
Por fuera, Das Kompater mostró una discreta sonrisa, por dentro una mentada de madre fue proferida a la amable señorita.
Lo agradable de la caminata fue la compañía, la plática y ¡obvio! La comida.
El "Specia" fue la selección, justo en la esquina de Michoacán y Amsterdam, muy cerca de insurgentes, Das Kompater y Der Papa V primero pidieron sendas Bohemias.
Der Papa V, siguió su instinto gourmet con una sopa fría de betabel o lo que es lo mismo: Barszcz, cuyos ingredientes, según pudieron adivinar, además del betabel (obvio) son trocitos de ternera, ralladura de papa y quizás algún queso cremoso, seguramente queso de cabra.
Como plato fuerte, Goulash con ralladura de betabel, puré de papa y un poco de pasta.
Por su parte Das Kompater se empacó la misma sopa, pero caliente, la diferencia, además de la temperatura fue la consistencia y la proporción del queso; ya que mientras la fría tenía un color rosa-blanquesino, la caliente tenía un apetitoso rosa mexicano.
Para darle cuerpo a la panza, un pato; que según nos dicen, es la especialidad de la casa.
El lugar, además de tener un excelente servicio invita a los comensales a vivir un exotismo interesante.
De esa forma, Das Kompater y su progenitor Der Papa V, dejaron atrás el agridulce sabor de ser confundidos por pareja de metro-raro-sexuales. 'Ora que... si con esta comida le quitarán cada disgusto... bien vale la pena el mal rato...
1 comentario:
Jajajajajaja... me imagino tu cara cuando la pregunta de la mal formulada... yo le habría contestado algo así como un "¿De verdad usted vende casas?"
Y en otro orden de ideas... Pobrecilllllo de vos... como sufrió en Specia. Your Dad spoils you a lot!
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