miércoles, 23 de abril de 2008

Aire de familia

Hace 7 años Das Kompater empacó en dos pequeñas mochilas: 4 trusas, 4 pares de calcetines, algunos pantalones, playeras y una chamarra por si acaso.

Esa ropa debía bastarle hasta el viernes y apenas era lunes. Tomó sus mochilas y sus ilusiones para ir a la HHH Escuela de Periodismo Carlos Septién García.

Con el tiempo cambió las mochilas por una maleta mediana de "rueditas", los cuadernos dieron paso a la mac; pero el espíritu es el mismo, hacerla en grande.

Dejó de estudiar para dar clases (por extraño que suene... eso fue cierto) dejó las clases para entrarle a la seguridá (así como se lee se oye).

Desde hace 7 años su máxima ilusión, además de 1 mac, 1 cámara profesional, 1 bici de carreras, 1 de montaña y 1 moto fue tener un depa.

Hoy, este último deseo está más cercano. Por azares del destino, Das Kompater y su señor padre acudieron a ver las opciones.

A los corredores de bienes raíces les brillaban los ojos al ver el par de clientes.

Después de las preguntas de rigor en cuanto a los presupuestos, el tipo de inmueble y las necesidades; un dejo de dudas les invadía.

"¿Serán?"

Sin más, hubo quien no resistió y dubitativa, preguntó: "¿Ustedes son... parientes?"

Por fuera, Das Kompater mostró una discreta sonrisa, por dentro una mentada de madre fue proferida a la amable señorita.

Lo agradable de la caminata fue la compañía, la plática y ¡obvio! La comida.

El "Specia" fue la selección, justo en la esquina de Michoacán y Amsterdam, muy cerca de insurgentes, Das Kompater y Der Papa V primero pidieron sendas Bohemias.

Der Papa V, siguió su instinto gourmet con una sopa fría de betabel o lo que es lo mismo: Barszcz, cuyos ingredientes, según pudieron adivinar, además del betabel (obvio) son trocitos de ternera, ralladura de papa y quizás algún queso cremoso, seguramente queso de cabra.

Como plato fuerte, Goulash con ralladura de betabel, puré de papa y un poco de pasta.

Por su parte Das Kompater se empacó la misma sopa, pero caliente, la diferencia, además de la temperatura fue la consistencia y la proporción del queso; ya que mientras la fría tenía un color rosa-blanquesino, la caliente tenía un apetitoso rosa mexicano.

Para darle cuerpo a la panza, un pato; que según nos dicen, es la especialidad de la casa.

El lugar, además de tener un excelente servicio invita a los comensales a vivir un exotismo interesante.

De esa forma, Das Kompater y su progenitor Der Papa V, dejaron atrás el agridulce sabor de ser confundidos por pareja de metro-raro-sexuales. 'Ora que... si con esta comida le quitarán cada disgusto... bien vale la pena el mal rato...





1 comentario:

"Josef" Núñez dijo...

Jajajajajaja... me imagino tu cara cuando la pregunta de la mal formulada... yo le habría contestado algo así como un "¿De verdad usted vende casas?"

Y en otro orden de ideas... Pobrecilllllo de vos... como sufrió en Specia. Your Dad spoils you a lot!