Hace no mucho seguía siendo común la frase "Echen paja" pa cuando uno está a punto de partirse la Mauser... ok... eso quedó atrás... lo nuevo es:
miércoles, 26 de marzo de 2008
lunes, 24 de marzo de 2008
Dust & Food Vs Ashes & Snow
Recientemente Das Kompater, recibió la visita de Sagia Jarquim, aquella joven oaxaqueña que conoció en 2004, en las frías alturas de Atizapán de Zaragoza.
En aquellos días se forjó una amistad hecha de sinceridad, misticismo y el amor al conocimiento.
Por obvias razones, su visita ameritó un tour singular. La primera parada, la realizaron en el famoso Sanborns de los Azulejos, desde donde pudimos apreciar la hermosa postal del palacio de Bellas Artes, al salir se dirigieron a La Ópera.
Poco antes de llegar, la emoción se notaba en los ojos de Sagia, quien tenía como objetivo la exposición de Ashes & Show que se muestra en el Zócalo del DF, sin embargo, la Ópera no era mala idea.
Así, Das Kompater, Sagia y Rafusun G acudieron al Bar la Ópera, ahí un par de bulls, una michelada y los famosos caracoles al chilpotle para acompañar los tragos fueron el pretexto perfecto para conocer el sitio donde a Doroteo Arango le ganó la emoción, sacó su arma y de puro gusto disparó dentro del salón. Al concluir, fue el momento de las famosas tortas de carnitas y unas aguas de fruta preparadas al instante.
El sabor, la rapidez y la cantidad de años que tienen alimentando a cientos de capitalinos burócratas o turistas extraviados hacen del Espartaco, uno de los sitios que deben ser visitados en cada ocasión que esté en el centro de la ciudad, ahora, si la gula es mucha y el presupuesto escaso, también pueden acudir a las Ramblas o a la Casa del Pavo, donde sin duda se chuparán hasta los dedos del puro gusto.
Ya con algo en la panza (Das Kompater apenas desayunó un par de hot cakes con huevo revuelto, 2 tiras de tocino, 2 rodajas de salchicha, unas rebanadas de melón con toping de queso cottage un juguito de zanahoria y para variarle un tecito), era momento de caminar un poco por las calles de la ciudad, descubrir los lugares que a simple vista pasan inadvertidos...
En la esquina de 5 de mayo y Motolinia, el Zinco Jazz Club los recibió con las puertas abiertas, aunque sin servicio aún, pues apenas pasaban de las 3 de la tarde.
El destino y la "responsabilidad" de Das Kompater los obligó a tomar un taxi para que pudiera hacer un par de menesteres que quedaron pendientes ya que las oficinas a las que iban estaban cerradas. Sin embargo, de paso descubrieron que la mentada exposición de Ashes & Snow requiere 3 ó 4 horas de espera en línea.
No obstante, el destino les sonrió con el descubrimiento fortuito del famoso Hospital de Jesús, sitio histórico que alberga, entre otras cosas, el retrato más fiel del conquistador Hernán Cortés.
Cual exploradores en las inexpugnables indias, el trío de provincianos recorrieron aquellos pasillos del Hospital que hoy día sigue funcionando. Las arcadas, escaleras y los 2 patios los transportaron al siglo XIV.
Pero Das Kompater no sabe de historia, apenas sabe algo de comida y bebida, así que tuvo que recurrir al sabio consejo de su padre para apreciar los detalles de tan magnífica construcción. Como si se tratara de un crimen, la siguiente pista se la dieron vía telefónica. Ahora sus pasos debían dirigirse a la esquina de Pino Suarez y República de Uruguay, donde se ubica el Museo de la Ciudad de México y en su base un monolito tallado por manos ancestrales indígenas.
Una cabeza de Serpiente, probablemente en alusión a Quetzalcóatl la serpiente emplumada que Das Kompater recién vio en el caribe mexicano bajo el nombre de Kukulcán, la misma que retrató en Tlaxcala, personificada como un hombre blanco barbado, según contaba la leyenda. Los ojos penetrantes del monolito se dirigen a la llamada iglesia de Jesús, donde se encuentra sepultado Cortés, el conquistador.
La fusión, la conquista, el mestizaje está en estas calles, la cultura pre-hispánica, la conquista y colonia de 2 culturas; la hispánica y con ella la árabe por los 400 años de ocupación sobre la península ibérica, nuestro recorrido no podía concluir con la muestra de fotoperiodismo, grafitis y postales que se exponen en el museo de la ciudad. Las raíces moriscas de Das Kompater pedían lo dulce, lo amargo, el contraste en la proporción perfecta.
¿Qué más se puede pedir? El día transcurrió entre el arte, la historia la comida.
martes, 18 de marzo de 2008
jueves, 13 de marzo de 2008
¡Más vale!
Como ya es costumbre, Das Kompater salió temprano de la oficina. Apenas a las 10 de la noche, por obvias razones convocar a alguno de sus compinches periodistas a esa hora y sin previo aviso sería no sólo poco cortés, sino el suicidio, pues en jueves y a esa hora una llamada así solamente significaría una cosa: borrachera segura.
De tal modo, que sopesando la situación, Das Kompater omitió las llamadas de carácter social y se dirigió a su casa.
Contrario a sus costumbres, esta vez, nuestro personaje singular, no llevaba más herramientas tecnológicas que sus celulares y la treo, desde la cuál escribe estas líneas.
En el trayecto, la sed de alcohol y el hambre de comida insana le hizo desviar su recto camino a casa y se dirigió al billar de siempre.
Al llegar Mr. David le saludó con la efusividad apropiada para un cliente frecuente. Luego, Mr. David buscó tras de él a alguna chica que acompañara a Das Kompater, pero al no ver tal se limitó a preguntar por qué hacía tanto que visitaba el lugar.
Das Kompater explicó sin abundar en detalles que la chamba lo separó del paraíso chilango y pidió una "Dos Equis ámbar y una pizza para acompañar la cerveza y no al revés.
Mientras comía y le daba gusto a la pupila, das Kompater comenzó el presente post y de vez en vez conversaba por teléfono con la famosa KGB y Bren Cacharpa.
Flanqueándolo dos parejas poco ortodoxas; pues mientras de un lado unos enamorados casuales se daban pasión, del otro unas amigas platicaban airadamente sobre la hipocresía masculina (pues aseguraron ser lo suficientemente maduras para entender cuando se quieren enamorar y cuando se trata sólo de echar pata).
Así, la pizza se fue haciendo menos, pero no lo suficiente como para no ameritar otra "Dos Equis" que trató de disfrutar tanto como la primera. Sin embargo, a media chela, cuando una de las chicas se encontraba mendigando cigarros... ¡la otra abordó a Das Kompater!
- ¿Realmente vienes solo, solo, solo?- La pregunta además de incredulidad denotaba un falso interés.
- Si
-Y... ¿Por qué?- La chica de no malos bigotes, se dio cuenta de lo poco cortés de su pregunta y trató de corregir -digo, no tiene nada de malo, al contrario... creo que...- las palabras de la chica se volvieron un eco apenas audible en la cabeza de nuestro personaje de pacotilla.
Das Kompater asentía como si de verdad escuchara, pero puso la mente en neutral y se dejó llevar. Mientras tanto llegó su compañera, aquella a la que minutos antes escuchó afirmar (si los hombres quieren coger... mejor que lo digan... pero ¿qué es esa mamada de "te quiero"?) la chica tomó asiento y miró con sorpresa lo hecho por su amiga.
De cuando en cuando le dirigían una sonrisa coqueta a nuestro imberbe amigo. De pronto, Das Kompater imaginó en sus posibilidades de éxito y valoró la situación. Por un lado podría llevarse al par de chicas a algún sitio para el amor fugaz, desquitar su estrés y despertar más cansado que el día anterior; mientras que por el otro los riesgos eran muy altos, No tanto por la probabilidad de que fuera alguna especie de trampa orquestada por ellas, sino por la vida misma.
Pues, quizás un encuentro fortuito le levantaría el ánimo entre otras cosas, pero... ¡capaz de que por eso se le cae! Y no es que esté bien dotado, pero sea como sea Dios le dio eso y pss después de tantos años ya le tiene cariño...
Así que... cono dice el dicho "Más vale pájaro en mano... que traer SIDA, mi hermano".
De tal modo, que sopesando la situación, Das Kompater omitió las llamadas de carácter social y se dirigió a su casa.
Contrario a sus costumbres, esta vez, nuestro personaje singular, no llevaba más herramientas tecnológicas que sus celulares y la treo, desde la cuál escribe estas líneas.
En el trayecto, la sed de alcohol y el hambre de comida insana le hizo desviar su recto camino a casa y se dirigió al billar de siempre.
Al llegar Mr. David le saludó con la efusividad apropiada para un cliente frecuente. Luego, Mr. David buscó tras de él a alguna chica que acompañara a Das Kompater, pero al no ver tal se limitó a preguntar por qué hacía tanto que visitaba el lugar.
Das Kompater explicó sin abundar en detalles que la chamba lo separó del paraíso chilango y pidió una "Dos Equis ámbar y una pizza para acompañar la cerveza y no al revés.
Mientras comía y le daba gusto a la pupila, das Kompater comenzó el presente post y de vez en vez conversaba por teléfono con la famosa KGB y Bren Cacharpa.
Flanqueándolo dos parejas poco ortodoxas; pues mientras de un lado unos enamorados casuales se daban pasión, del otro unas amigas platicaban airadamente sobre la hipocresía masculina (pues aseguraron ser lo suficientemente maduras para entender cuando se quieren enamorar y cuando se trata sólo de echar pata).
Así, la pizza se fue haciendo menos, pero no lo suficiente como para no ameritar otra "Dos Equis" que trató de disfrutar tanto como la primera. Sin embargo, a media chela, cuando una de las chicas se encontraba mendigando cigarros... ¡la otra abordó a Das Kompater!
- ¿Realmente vienes solo, solo, solo?- La pregunta además de incredulidad denotaba un falso interés.
- Si
-Y... ¿Por qué?- La chica de no malos bigotes, se dio cuenta de lo poco cortés de su pregunta y trató de corregir -digo, no tiene nada de malo, al contrario... creo que...- las palabras de la chica se volvieron un eco apenas audible en la cabeza de nuestro personaje de pacotilla.
Das Kompater asentía como si de verdad escuchara, pero puso la mente en neutral y se dejó llevar. Mientras tanto llegó su compañera, aquella a la que minutos antes escuchó afirmar (si los hombres quieren coger... mejor que lo digan... pero ¿qué es esa mamada de "te quiero"?) la chica tomó asiento y miró con sorpresa lo hecho por su amiga.
De cuando en cuando le dirigían una sonrisa coqueta a nuestro imberbe amigo. De pronto, Das Kompater imaginó en sus posibilidades de éxito y valoró la situación. Por un lado podría llevarse al par de chicas a algún sitio para el amor fugaz, desquitar su estrés y despertar más cansado que el día anterior; mientras que por el otro los riesgos eran muy altos, No tanto por la probabilidad de que fuera alguna especie de trampa orquestada por ellas, sino por la vida misma.
Pues, quizás un encuentro fortuito le levantaría el ánimo entre otras cosas, pero... ¡capaz de que por eso se le cae! Y no es que esté bien dotado, pero sea como sea Dios le dio eso y pss después de tantos años ya le tiene cariño...
Así que... cono dice el dicho "Más vale pájaro en mano... que traer SIDA, mi hermano".
lunes, 10 de marzo de 2008
Con la panza llena
Para variar, las actividades laborales, llevaron a Das Kompater, a visitar las frías y sobre todo pequeñas tierras de Tlaxcala, donde se dio la cuna del mestizaje.
Ahí, además de admirar la obra de Desiderio Hernández Xochitiotzin, admiró las construcciones del siglo XIX y XX cuando el Art Nouveau estaban en pleno apogeo.
Aunque sin duda lo mejor fue el tour gastronómico. Resulta que ser que desde hace más de 17 años, don Ángel ha provisto del desayuno de cientos de tlaxcaltecas, que cada mañana acuden a la esquina de Av Lardizabal y Lira y Ortega (en el mero centro de la ciudad) podrán encontrar su triciclo y siempre un remolino de gente que se reúne a comprar y comer los deliciosos tamales de mole y dulce que don Ángel cada día prepara junto a su familia.
Originario de San Mateo, Tlaxcala, don Ángel aprendió el oficio de hacer tamales en la Ciudad de México, nada tiene de raro… pues Tlaxcala es la cuna del mestizaje, donde hace más de 500 años los españoles y los indígenas unieron sus fuerzas y genes; así que no es de extrañarnos que Chilangolandia y Tlaxcala estén hermanados por las famosos guajolotas o tortas de tamal, como le llaman los comensales que visitan a don Ángel.
Ahí, además de admirar la obra de Desiderio Hernández Xochitiotzin, admiró las construcciones del siglo XIX y XX cuando el Art Nouveau estaban en pleno apogeo.
Aunque sin duda lo mejor fue el tour gastronómico. Resulta que ser que desde hace más de 17 años, don Ángel ha provisto del desayuno de cientos de tlaxcaltecas, que cada mañana acuden a la esquina de Av Lardizabal y Lira y Ortega (en el mero centro de la ciudad) podrán encontrar su triciclo y siempre un remolino de gente que se reúne a comprar y comer los deliciosos tamales de mole y dulce que don Ángel cada día prepara junto a su familia.
Originario de San Mateo, Tlaxcala, don Ángel aprendió el oficio de hacer tamales en la Ciudad de México, nada tiene de raro… pues Tlaxcala es la cuna del mestizaje, donde hace más de 500 años los españoles y los indígenas unieron sus fuerzas y genes; así que no es de extrañarnos que Chilangolandia y Tlaxcala estén hermanados por las famosos guajolotas o tortas de tamal, como le llaman los comensales que visitan a don Ángel.
miércoles, 5 de marzo de 2008
Un ambiente familiar
No es muy frecuente, pero de cuando en cuando, el enorme EGO de Das Kompater empequeñece hasta niveles insostenibles.
Hoy fue uno de esos días. Quizás por la soledad, quizás por la falta de actividades en la oficina o por la vacuidad en su corazón; Das Kompater acudió a su Alma Mater.
Al llegar fue recibido como en aquellos años, cuando una torta de milanesa, con harta mayonesa preparada por las expertas manos de doña Juanita o don Rafa eran su único alimento durante el día.
Primero el saludo afectivo der Hausmeister Säul, luego las siempre en chinga secretarias. Pero sin duda, el más sincero de los abrazos lo recibió en la biblioteca.
Cuando Das Kompater aún era estudiante recibió buenos tratos, cuentas abiertas en la cafetería, libros prestados sin credencial o con fecha abierta para su devolución. incluso en una ocasión la misma biblioteca recibió la instrucción de quitar del sistema dos ejemplares que le serían regalados (los anuarios de Coneicc). Posteriormente algunos otros le fueron obsequiados incluso antes de estamparle los sellos de propiedad escolar.
Así, después de saludar muchas caras conocidas y de sorprenderse por encontrar tantas desconocidas, Das Kompater se sintió mucho mejor, acudió al café de siempre y se reunió con la famosa KGB.
Mientras la plática seguía su curso, admiró el par de zapatitos negros y cuquis que sensualmente portaba una chaparrita. Tras ella su galán. Un rubio sinaloense vestido con un traje de seda plata brillante. Al verlo supo de inmediato que la chica era su tipo... pues ella es la novia de un conocido de Das Kompater, así que la próxima ves que los vea, quizás pueda hacer su movimiento, pues sin duda, ese par de zapatitos cuquis se verían mejor al lado de los suyos.
Hoy fue uno de esos días. Quizás por la soledad, quizás por la falta de actividades en la oficina o por la vacuidad en su corazón; Das Kompater acudió a su Alma Mater.
Al llegar fue recibido como en aquellos años, cuando una torta de milanesa, con harta mayonesa preparada por las expertas manos de doña Juanita o don Rafa eran su único alimento durante el día.
Primero el saludo afectivo der Hausmeister Säul, luego las siempre en chinga secretarias. Pero sin duda, el más sincero de los abrazos lo recibió en la biblioteca.
Cuando Das Kompater aún era estudiante recibió buenos tratos, cuentas abiertas en la cafetería, libros prestados sin credencial o con fecha abierta para su devolución. incluso en una ocasión la misma biblioteca recibió la instrucción de quitar del sistema dos ejemplares que le serían regalados (los anuarios de Coneicc). Posteriormente algunos otros le fueron obsequiados incluso antes de estamparle los sellos de propiedad escolar.
Así, después de saludar muchas caras conocidas y de sorprenderse por encontrar tantas desconocidas, Das Kompater se sintió mucho mejor, acudió al café de siempre y se reunió con la famosa KGB.
Mientras la plática seguía su curso, admiró el par de zapatitos negros y cuquis que sensualmente portaba una chaparrita. Tras ella su galán. Un rubio sinaloense vestido con un traje de seda plata brillante. Al verlo supo de inmediato que la chica era su tipo... pues ella es la novia de un conocido de Das Kompater, así que la próxima ves que los vea, quizás pueda hacer su movimiento, pues sin duda, ese par de zapatitos cuquis se verían mejor al lado de los suyos.
martes, 4 de marzo de 2008
Das Kompater Wonders
Cada día, en alguna parte del mundo acontece una manifestación. Para aquellos que viven en la ciudad de México, las manifestaciones "pacíficas" con cierre de vialidades o desnudos se ha vuelto parte del paisaje urbano.
En los países "desarrollados" las manifestaciones pacíficas incluyen cartelones finamente impresos con agarraderas como señales de tránsito... Sin embargo, tanto en los países "avanzados" como en los tercermundistas, la violencia se puede desatar súbitamente.
Hasta hace algunos años, el arma preferida por las autoridades para disuadir a las turbas enfurecidas fue la cachiporra, tolete o macana. Con el paso del tiempo los manifestantes comenzaron a usar armaduras de football americano y otro tipo de protecciones además de usar bombas molotov y bates de beisbol para contrarrestar los golpes.
Las corporaciones policiacas en ocasiones se dejaron seducir por el uso de lar armas de fuego; la salida fácil, fue al mismo tiempo, la salida más recriminable por parte de la comunidad internacionaly de protección a los derechos humanos.
La pérdida de vidas en las manifestaciones no sólo le resta puntos a los mandatarios en la pasarela mundial; sino que le regala varios a las causas de los manifestantes. Así que matar o herir gravemente dejó de ser una opción para el gobierno.
Ante los ataques de bombas incendiarias o explosivos de metralla la autoridad usó cascos, armaduras, gases lacrimógenos, balas de goma y tanquetas antimotines con chorros de agua a presión.
Sin embargo, una bala de goma disparadaa corta distancia puede lesionar permanentemente o quitarle la vida a alguien. Por otro lado, el riesgo de perder un arma de estas y posteriomente sufrir el embate de la misa, puede ser, además de vergozoso muy peligroso.
Durante varios años, el gobierno estadounidense, así como, los de otras potencias, se dieron a la tarea de investigar sobre diversos métodos para combatir a las turbas y motines y evitar las muertes.
Cientos de millones de dólares se gastaron en campos de tiro, laboratorios científicos y pruebas de campo. Se intentó con sonidos de alta frecuencia, balas con olores vomitivos, gases lacrimógenos, redes y lo más reciente: ondas de dolor.
Las ondas de dolor son disparadas por una tanqueta a más de 500 metros de distancia, su efecto no letal pero persuasivo ha sido aprobada recientemente, luego de 10 años de investigación y pruebas en monos y soldados (aunque lo parezcan no son lo mismo).
Ciertamente es efectiva, para quien lo dude y no pueda ponerse frente a ella, pueden ver el video a continuación.
Das Kompater no duda de las capacidades no letales del arma, tampoco duda del arduo trabajo que implicó así como del avance científico que sin dudo representa. Das Kompater wonders... habría valido la pena invertir esos mismos diez años y su respectivo capital para solucionar algunos de los conflictos que provocan las turbas... es decir, habría valido la pena dedicar si acaso un 10% de presupuesto para poner más atención al calentamiento global, otro 10% a vigilar el comercio justo... claro, estas no son las únicas causas apra las manifestaciones... pero son del tipo que requeriría su uso...
Das kompater no sabe mucho del mundo, pero sabe que es más duradero sanar las causas y no los efectos. La manifestación es un efecto... no la causa...
En los países "desarrollados" las manifestaciones pacíficas incluyen cartelones finamente impresos con agarraderas como señales de tránsito... Sin embargo, tanto en los países "avanzados" como en los tercermundistas, la violencia se puede desatar súbitamente.
Hasta hace algunos años, el arma preferida por las autoridades para disuadir a las turbas enfurecidas fue la cachiporra, tolete o macana. Con el paso del tiempo los manifestantes comenzaron a usar armaduras de football americano y otro tipo de protecciones además de usar bombas molotov y bates de beisbol para contrarrestar los golpes.
Las corporaciones policiacas en ocasiones se dejaron seducir por el uso de lar armas de fuego; la salida fácil, fue al mismo tiempo, la salida más recriminable por parte de la comunidad internacionaly de protección a los derechos humanos.
La pérdida de vidas en las manifestaciones no sólo le resta puntos a los mandatarios en la pasarela mundial; sino que le regala varios a las causas de los manifestantes. Así que matar o herir gravemente dejó de ser una opción para el gobierno.
Ante los ataques de bombas incendiarias o explosivos de metralla la autoridad usó cascos, armaduras, gases lacrimógenos, balas de goma y tanquetas antimotines con chorros de agua a presión.
Sin embargo, una bala de goma disparadaa corta distancia puede lesionar permanentemente o quitarle la vida a alguien. Por otro lado, el riesgo de perder un arma de estas y posteriomente sufrir el embate de la misa, puede ser, además de vergozoso muy peligroso.
Durante varios años, el gobierno estadounidense, así como, los de otras potencias, se dieron a la tarea de investigar sobre diversos métodos para combatir a las turbas y motines y evitar las muertes.
Cientos de millones de dólares se gastaron en campos de tiro, laboratorios científicos y pruebas de campo. Se intentó con sonidos de alta frecuencia, balas con olores vomitivos, gases lacrimógenos, redes y lo más reciente: ondas de dolor.
Las ondas de dolor son disparadas por una tanqueta a más de 500 metros de distancia, su efecto no letal pero persuasivo ha sido aprobada recientemente, luego de 10 años de investigación y pruebas en monos y soldados (aunque lo parezcan no son lo mismo).
Ciertamente es efectiva, para quien lo dude y no pueda ponerse frente a ella, pueden ver el video a continuación.
Das Kompater no duda de las capacidades no letales del arma, tampoco duda del arduo trabajo que implicó así como del avance científico que sin dudo representa. Das Kompater wonders... habría valido la pena invertir esos mismos diez años y su respectivo capital para solucionar algunos de los conflictos que provocan las turbas... es decir, habría valido la pena dedicar si acaso un 10% de presupuesto para poner más atención al calentamiento global, otro 10% a vigilar el comercio justo... claro, estas no son las únicas causas apra las manifestaciones... pero son del tipo que requeriría su uso...
Das kompater no sabe mucho del mundo, pero sabe que es más duradero sanar las causas y no los efectos. La manifestación es un efecto... no la causa...
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