
Ahí, además de admirar la obra de Desiderio Hernández Xochitiotzin, admiró las construcciones del siglo XIX y XX cuando el Art Nouveau estaban en pleno apogeo.
Aunque sin duda lo mejor fue el tour gastronómico. Resulta que ser que desde hace más de 17 años, don Ángel ha provisto del desayuno de cientos de tlaxcaltecas, que cada mañana acuden a la esquina de Av Lardizabal y Lira y Ortega (en el mero centro de la ciudad) podrán encontrar su triciclo y siempre un remolino de gente que se reúne a comprar y comer los deliciosos tamales de mole y dulce que don Ángel cada día prepara junto a su familia.

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