martes, 4 de marzo de 2008

Das Kompater Wonders

Cada día, en alguna parte del mundo acontece una manifestación. Para aquellos que viven en la ciudad de México, las manifestaciones "pacíficas" con cierre de vialidades o desnudos se ha vuelto parte del paisaje urbano.

En los países "desarrollados" las manifestaciones pacíficas incluyen cartelones finamente impresos con agarraderas como señales de tránsito... Sin embargo, tanto en los países "avanzados" como en los tercermundistas, la violencia se puede desatar súbitamente.

Hasta hace algunos años, el arma preferida por las autoridades para disuadir a las turbas enfurecidas fue la cachiporra, tolete o macana. Con el paso del tiempo los manifestantes comenzaron a usar armaduras de football americano y otro tipo de protecciones además de usar bombas molotov y bates de beisbol para contrarrestar los golpes.

Las corporaciones policiacas en ocasiones se dejaron seducir por el uso de lar armas de fuego; la salida fácil, fue al mismo tiempo, la salida más recriminable por parte de la comunidad internacionaly de protección a los derechos humanos.

La pérdida de vidas en las manifestaciones no sólo le resta puntos a los mandatarios en la pasarela mundial; sino que le regala varios a las causas de los manifestantes. Así que matar o herir gravemente dejó de ser una opción para el gobierno.

Ante los ataques de bombas incendiarias o explosivos de metralla la autoridad usó cascos, armaduras, gases lacrimógenos, balas de goma y tanquetas antimotines con chorros de agua a presión.

Sin embargo, una bala de goma disparadaa corta distancia puede lesionar permanentemente o quitarle la vida a alguien. Por otro lado, el riesgo de perder un arma de estas y posteriomente sufrir el embate de la misa, puede ser, además de vergozoso muy peligroso.

Durante varios años, el gobierno estadounidense, así como, los de otras potencias, se dieron a la tarea de investigar sobre diversos métodos para combatir a las turbas y motines y evitar las muertes.

Cientos de millones de dólares se gastaron en campos de tiro, laboratorios científicos y pruebas de campo. Se intentó con sonidos de alta frecuencia, balas con olores vomitivos, gases lacrimógenos, redes y lo más reciente: ondas de dolor.

Las ondas de dolor son disparadas por una tanqueta a más de 500 metros de distancia, su efecto no letal pero persuasivo ha sido aprobada recientemente, luego de 10 años de investigación y pruebas en monos y soldados (aunque lo parezcan no son lo mismo).

Ciertamente es efectiva, para quien lo dude y no pueda ponerse frente a ella, pueden ver el video a continuación.



Das Kompater no duda de las capacidades no letales del arma, tampoco duda del arduo trabajo que implicó así como del avance científico que sin dudo representa. Das Kompater wonders... habría valido la pena invertir esos mismos diez años y su respectivo capital para solucionar algunos de los conflictos que provocan las turbas... es decir, habría valido la pena dedicar si acaso un 10% de presupuesto para poner más atención al calentamiento global, otro 10% a vigilar el comercio justo... claro, estas no son las únicas causas apra las manifestaciones... pero son del tipo que requeriría su uso...

Das kompater no sabe mucho del mundo, pero sabe que es más duradero sanar las causas y no los efectos. La manifestación es un efecto... no la causa...

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